Oh diosa del amor.
Permíteme entrar en tu templo.
Perdóname los pecados cometidos
en sacrílegos lugares con semi diosas
o vulgares impostoras.
Bautízame en la pila bautismal de tu cuerpo
y conviérteme a tu religión.
Honra a este pobre mortal con el cobijo de tu morada
y permíteme loar tus milagros cada noche.
Oh Diosa del deseo.
Llámame a tu presencia cuando me necesites.
Yo me arrodillare ante ti
y mi boca blasfema y profanadora
rezará tus oraciones.
Sacia mi sed con tu cáliz.
Permíteme caer en la tentación de tu cuerpo
más líbrame del mal de tu ausencia.
Oh Diosa de la vida.
Purifica este cuerpo corrupto
alimentándolo con el mana de tus frutos.
Honrare tu templo, cubriré su altar con las mejores galas.
Solo en tu morada se puede alcanzar el paraíso en vida.
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